11 de junio de 2014

El devenir paraonico

El italiano Luigi Zoja, psicoanalista de vasta trayectoria como terapeuta, académico y escritor, vio una zona oscura en la disciplina que lo apasiona: la paranoia colectiva fue dejada de lado por los estudiosos de la psiquiatría y la historia. Analizada en casos individuales, la paranoia clínica fue y es desmenuzada alrededor del planeta, pero en su versión social, entremezclada en la masa y la cotidianeidad, se escabulle, desaparece, “cae en la categoría de los acontecimientos sin nombre”. Para subsanar esta carencia, Zoja expone la manera en que la “locura más lúcida” moldeó las mentes de millones de personas, y provocó la muerte de muchas más. Lo hace a través de un libro cuyo título no puede ser mejor: Paranoia. La locura que hace historia.
Paranoia
El juego de palabras puede parecer una exageración para multiplicar las ventas, pero el abordaje multidisciplinario realizado por Zoja –con preeminencia del análisis psicológico y la reconstrucción histórica–, pronto lleva a compartir con el autor que “la paranoia podría afirmar con todo derecho: ‘La historia soy yo’”. Tremenda sentencia se asienta en la reconstrucción de innumerables acontecimientos que marcaron el devenir de la humanidad, pero que hasta ahora no habían sido analizados desde la perspectiva que este autor emplea para explicar su irrupción.
Consciente de la osadía de su apuesta, Zoja inicia su texto haciendo una amplia revisión de la paranoia como enfermedad. Ese primer capítulo, que sirve como marco necesario para lo que vendrá –y hace al libro accesible para el público no especializado–, invita a la relectura y también a su publicación en soledad, como un libro desgajado que podría de llamarse “¿Qué es la paranoia?”. Esa pregunta queda saldada en estas páginas, donde se plantea la dificultad que acarrea este padecimiento. Porque si de por sí resulta complicado distinguir a un paranoico individual, ¿cómo detectar la paranoia colectiva cuando ya está teñida por el velo de la normalidad? Desde los primigenios mitos griegos, hasta las medidas de control migratorio adoptadas por Europa en los últimos años, Zoja expone cómo los nucleos delirantes, la coherencia absurda, la inversión de causas y otros elementos que conforman la construcción lógica paranoica están tan presentes como las motivaciones económicas, y son más determinantes. El problema reside en que la paranoia se asienta sobre reflexiones, se edifica a través de pensamientos bien estructurados. No importa cuán errado sea el origen de la maquinaria deductiva; una vez iniciada, la paranoia la mantendrá indiscutible.
Cuando se piensa en paranoia y en historia, es fácil llevar la mente a líderes como Hitler o Stalin. Y sí, Zoja expone las grandísimas dosis paranoicas de estos y otros provocadores de catástrofes humanas. Pero para mostrar cómo la paranoia puede asentarse en las sociedades y llegar a ser invisible, el autor reconstruye los orígenes de una de las cargas más pesadas que Europa trajo al mundo: el nacionalismo. Su consolidación en la organización política planetaria esconde el impulso paranoico que le dio origen, y sigue provocando muertes hasta el momento en que se escriben estas notas.
(Publicado en junio de 2014 en Le Monde Diplomatique, edición Cono Sur)

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